PORFIRIA AGUDA INTERMITENTE
1.
¿QUÉ ES LA PORFIRIA AGUDA?
Porfiria aguda es un término que engloba
cuatro enfermedades hereditarias parecidas:
porfiria aguda intermitente, porfiria variegata,
coproporfiria hereditaria y la rarísima
variedad originada por déficit de aminolevulinato
deshidratasa. Conforman un solo grupo porque
las cuatro pueden presentar ataques agudos
de porfiria. Estos ataques son poco frecuentes
y a menudo tienen un diagnóstico difícil.
En la mayoría de países europeos,
se ha estimado que alrededor de 1 de cada
75000 personas los sufren, pero aún
no se sabe con certeza la frecuencia real
de estas enfermedades.
La porfiria aguda intermitente es el tipo
más común. Esta enfermedad sólo
presenta ataques agudos y nunca afecta a la
piel. En cambio, la porfiria variegata y la
coproporfiria hereditaria pueden afectar a
la piel y por ello han sido también
denominadas porfirias mixtas. En ambas enfermedades
es posible que los cambios cutáneos
y los ataques de porfiria aguda no aparezcan
simultáneamente.
2.
¿CÓMO ES UN ATAQUE AGUDO DE
PORFIRIA?
Los ataques agudos empiezan casi siempre
con un dolor intenso, localizado normalmente
en el abdomen, pero que también puede
notarse en la espalda o en los muslos. Aparecen
con frecuencia náuseas, vómitos
y estreñimiento. Algunas personas pueden
sentirse muy confundidas durante un ataque
agudo y es posible que después les
resulte difícil recordar los detalles
de su enfermedad. La ansiedad es un rasgo
muy constante y penoso. Otros síntomas
como convulsiones y debilidad muscular que
puede llegar incluso a provocar parálisis,
son menos comunes. Puede producirse un incremento
del pulso y de la presión arterial,
aunque raramente alcanzan niveles peligrosos.
El incremento de la frecuencia del pulso (taquicardia)
es un signo muy característico de las
crisis. Los ataques agudos no suelen durar
más de una o dos semanas, pero pueden
ser potencialmente mortales debido a complicaciones
neurológicas graves, como parálisis
motora. En caso de producirse parálisis,
la recuperación es gradual pero lenta.
Los ataques agudos están provocados
a menudo por el uso de ciertos fármacos
o alcohol o por cambios hormonales, como por
ejemplo los asociados al ciclo menstrual.
Las infecciones y las situaciones de estrés
también pueden desencadenar un ataque
agudo. La edad más común para
la aparición de ataques agudos es desde
el final de la adolescencia hasta la cuarentena.
Son extremadamente poco frecuentes antes de
la pubertad. La mayoría de personas
sólo sufren uno o muy pocos ataques
agudos; sólo una minoría sufre
ataques de forma reiterada, a veces durante
varios años. Aunque los ataques agudos
pueden ser muy graves, especialmente los desencadenados
por el uso de ciertos fármacos o el
consumo de alcohol, hoy en día sólo
excepcionalmente son mortales; es de gran
ayuda el conocer previamente el diagnóstico.
La mayoría de personas con uno o
pocos ataques de porfiria aguda se recuperan
totalmente. Después pueden llevar una
vida normal, aunque deben tomar algunas sencillas
precauciones para reducir el riesgo de sufrir
otro ataque. Las mujeres tienen más
del triple de posibilidades que los hombres
de sufrir un ataque agudo, debido principalmente
a las hormonas femeninas (enlace
a la sección 11 sobre problemas específicos
de las mujeres)
3. ¿CUÁNTOS TIPOS DE PORFIRIA
EXISTEN?
En total existen siete tipos principales
de porfiria, incluyendo las cuatro porfirias
agudas mencionadas anteriormente. La mayor
parte de los tipos restantes sólo afecta
a la piel. Se denominan porfirias porque causan
una acumulación de compuestos químicos
llamados porfirinas (“pigmentos rojo
púrpura” según la palabra
griega para púrpura) o las moléculas
más simples denominadas a menudo “precursores”
(ALA y PBG) que el organismo utiliza para
producir las porfirinas.
Clasificacion
de las principales profirias humanas
|
|
Las porfirinas son importantes para el organismo
porque se combinan con el hierro para formar
el hemo, un pigmento rojo con la función
vital de permitir que las células del
organismo usen el oxígeno. Todas las
porfirias se deben a un defecto de un enzima
específico1 de la ruta biosintética
del hemo (ver diagrama anterior). Las porfirias
agudas son trastornos metabólicos que
afectan a procesos bioquímicos que
se realizan principalmente en el hígado.
No causan enfermedades sanguíneas ni
enfermedades hepáticas agudas. Cuando
las porfirinas se acumulan en la piel, ésta
se vuelve muy sensible a la luz del sol, dando
lugar a la aparición de los síntomas
cutáneos de la porfiria. La acumulación
de los compuestos químicos más
simples (precursores) en el hígado
se asocia a (y quizás cause) ataques
agudos de porfiria.
Si usted sospecha que puede padecer porfiria,
es importante que descubra el tipo de porfiria
que tiene, ya que las anomalías y los
síntomas heredados son diferentes según
el tipo.
1.Enzima: en nuestras células,
los enzimas son los “trabajadores biológicos”
que posibilitan todos los procesos bioquímicos
.
4.
¿CÓMO SE HEREDA LA PORFIRIA
AGUDA?
El defecto de un enzima específico
en cada tipo de porfiria aguda es el resultado
final de una alteración en una partícula
hereditaria del ADN conocida como gen. Por
lo tanto, cada tipo de porfiria aguda tiene
un gen alterado diferente. Esta alteración
se hereda y, por lo tanto, la persona con
porfiria tendrá a menudo varios familiares
que también hayan heredado el gen alterado.
Esto significa que cuando dos o más
personas de la misma familia se ven afectadas,
todas tendrán la misma enfermedad.
Una persona con diagnóstico reciente
de porfiria normalmente tendrá varios
familiares, tanto cercanos como lejanos, que
también habrán heredado el gen
alterado responsable del tipo de porfiria
aguda en su familia. Es posible que muchos
de estos familiares no sepan que han heredado
un gen de porfiria aguda y, por lo tanto,
corren el riesgo de desarrollar un ataque
agudo y, en caso de porfiria variegata y coproporfiria
hereditaria, síntomas cutáneos.
¿CÓMO
SE HEREDA LA PORFIRIA AGUDA? |
|
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|
|
El padre y dos hijos no tienen
porfiria |
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La madre y
dos hijos tienen porfiria aguda
y corren el riesgo de desarrollar
un ataque agudo |
|
©
Illustrations copyrighted Clare Hollest
Este es un ejemplo de porfiria aguda. En
este diagrama, la madre sufre porfiria. Es
portadora de un gen normal y un gen alterado (mutado) .
Por supuesto, en otras familias puede ser
el padre quien presente porfiria. En ambos
casos, la probabilidad que tiene cada hijo
o hija de heredar la porfiria es de una de
cada dos (50%).
La alteración del gen responsable
de cada tipo de porfiria aguda se transmite
entre los familiares mediante lo que se conoce
como rasgo autosómico dominante. Los
genes, que contienen la información
codificada de todos los componentes necesarios
para el organismo, normalmente se presentan
como pares. Una parte de cada uno de ellos
se hereda de cada progenitor. A veces se puede
producir un pequeño error al copiar
uno de estos genes, provocando una alteración
genética permanente llamada mutación.
Cuando una mutación en un solo gen
del par causa una enfermedad, como en el caso
de las porfirias agudas, se denomina mutación
autosómica dominante. Este gen alterado
(mutación) puede heredarse de padre
a hijo; las probabilidades de que una persona
afectada transmita ese gen a alguno de sus
descendientes son de una por cada dos (ver
diagrama anterior). Este riesgo es el mismo
tanto si la persona afectada ha presentado
síntomas de porfiria como si no. De
este modo, a veces parece que la enfermedad
“se haya saltado una generación”.
Obviamente, si usted no ha heredado el gen
alterado, no puede transmitirlo a sus hijos.
5.
¿QUÉ RIESGO DE PRESENTAR SÍNTOMAS
TIENEN LOS QUE HAN HEREDADO UN GEN DE PORFIRIA
AGUDA?
No todas las personas que heredan una mutación
genética de una de las porfirias agudas
desarrollarán un ataque agudo. Se calcula
que, como mínimo, tres cuartas partes
de las personas que heredan porfiria aguda
nunca experimentarán un ataque agudo
de porfiria. En aquellas que lo sufren, parece
que son necesarios factores adicionales para
que se produzca un ataque. Nuestro conocimiento
sobre estos factores es incompleto, pero entre
los más importantes destacan el uso
de ciertos fármacos, algunos de los
cuales tienen un uso muy extendido, y el consumo
de alcohol. No obstante, los ataques agudos
también aparecen ocasionalmente en
ausencia de cualquier factor desencadenante
identificable. La experiencia de varios años
ha demostrado que si las personas que han
heredado una de las porfirias agudas procuran
evitar el uso de ciertos fármacos,
el consumo de alcohol y otros factores conocidos
que pueden provocar un ataque agudo, se reducen
mucho las probabilidades de desarrollar la
enfermedad.
6.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA UN ATAQUE
DE PORFIRIA AGUDA?
No todas las personas que heredan una mutación
genética de una de las porfirias agudas
desarrollarán un ataque agudo. Se calcula
que, como mínimo, tres cuartas partes
de las personas que heredan porfiria aguda
nunca experimentarán un ataque agudo
de porfiria. En aquellas que lo sufren, parece
que son necesarios factores adicionales para
que se produzca un ataque. Nuestro conocimiento
sobre estos factores es incompleto, pero entre
los más importantes destacan el uso
de ciertos fármacos, algunos de los
cuales tienen un uso muy extendido, y el consumo
de alcohol. No obstante, los ataques agudos
también aparecen ocasionalmente en
ausencia de cualquier factor desencadenante
identificable. La experiencia de varios años
ha demostrado que si las personas que han
heredado una de las porfirias agudas procuran
evitar el uso de ciertos fármacos,
el consumo de alcohol y otros factores conocidos
que pueden provocar un ataque agudo, se reducen
mucho las probabilidades de desarrollar la
enfermedad.
Para diagnosticar un ataque agudo de porfiria
e identificar a qué tipo corresponde,
deben analizarse cuidadosamente muestras de
orina, sangre y heces en un laboratorio especializado
en porfirias (enlace
a la lista de centros especializados).
Los análisis determinarán la
concentración de porfirinas y sus precursores
ALA y PBG, cuyos niveles serán muy
elevados en un paciente con un ataque agudo
de porfiria. Es importante que estos análisis
se realicen tan pronto como sea posible después
de detectar el inicio de la enfermedad, ya
que puede ser difícil establecer un
diagnóstico exacto cuando el paciente
ya se ha recuperado del ataque agudo, especialmente
después de varios meses o años.
Si se sabe que un paciente ha heredado porfiria
aguda, puede ser difícil establecer
si una enfermedad es un ataque de porfiria
aguda o si tiene otras causas. En esta situación,
el análisis de orina y, a veces, otras
pruebas pueden ayudar al médico a determinar
si el paciente sufre un ataque agudo o alguna
otra enfermedad. Es importante que las personas
con porfiria (y sus médicos) no atribuyan
todas sus enfermedades a la porfiria. De ser
así, pueden pasarse por alto otros
trastornos comunes pero potencialmente graves,
como la apendicitis.
7.
¿CUÁNDO ES EL MEJOR MOMENTO
PARA REALIZAR LAS PRUEBAS DE PORFIRIA AGUDA?
El mejor momento para realizar las pruebas
de porfiria es lo antes posible. En la práctica,
esto significa que se debería ofrecer
la posibilidad de comprobar la presencia de
porfiria aguda en las familias en las que
se haya descubierto la presencia del trastorno
en uno de sus miembros con la mayor rapidez.
Cuando se sepa que un progenitor tiene porfiria
aguda, debe comprobarse tan pronto como sea
posible su presencia en los hijos. Vale la
pena saberlo durante el embarazo, dado que
su médico podrá decidir cuándo
realizar la prueba a su bebé. Actualmente,
en algunos casos es posible realizar la prueba
al bebé después de nacer, pero
puede ser necesario esperar hasta que su hijo
cumpla el primer año de edad o, en
algunas ocasiones, incluso más tarde.
El diagnóstico precoz ofrece dos
ventajas principales. La primera es que se
puede aconsejar a los que hayan heredado una
porfiria aguda sobre cómo reducir el
riesgo de un ataque agudo. La segunda es que
si aparece un ataque agudo, su médico
podrá diagnosticarlo y empezar rápidamente
el tratamiento especial. No siempre es fácil
reconocer los síntomas de un ataque
de porfiria aguda y, si aún no se ha
diagnosticado el trastorno, existe el riesgo
de que su médico le prescriba fármacos
que empeorarían el ataque o que incluso
considere necesaria una operación.
8.
¿CÓMO SE INVESTIGA LA PORFIRIA
AGUDA EN LOS FAMILIARES?
En aquellos familiares que no hayan sufrido
un ataque agudo, y especialmente en niños,
normalmente los análisis de orina son
inútiles. Es necesario realizar a estas
personas análisis de sangre especiales,
y a veces también de orina o heces,
en un laboratorio especializado de referencia (enlace
a la lista de centros especializados).
Ahora es posible que algunas familias usen
pruebas de ADN para detectar la mutación
genética que causa la porfiria. Las
pruebas de ADN son más exactas que
otros métodos, pero son complicadas
y no están al alcance de todas las
familias. Su médico debería
ser capaz de concertarle pruebas especializadas.
Si vive muy lejos de un laboratorio especializado
en porfiria, las muestras pueden enviarse
fácilmente por correo siguiendo unas
instrucciones específicas.
9.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA REDUCIR
EL RIESGO DE UN ATAQUE AGUDO?
Muchos ataques agudos se desencadenan por
factores que se pueden controlar o evitar,
como fármacos, alcohol, ayuno (incluyendo
las dietas) u hormonas.
Fármacos
Las personas con porfiria aguda intermitente
deben tener mucho cuidado con la medicación,
dado que muchos agentes químicos pueden
provocar un ataque agudo. Es importante comprobar
SIEMPRE la seguridad de cualquier medicamento
o remedio con su médico (enlace a la sección de medicamentos).
Esto incluye fármacos de venta con
y sin receta médica, tónicos
y remedios a base de hierbas, ya que se sabe
que algunos han causado ataques. Aunque se
sospecha de más de 100 medicamentos,
hay muchos otros fármacos disponibles
y casi siempre es posible encontrar buenas
alternativas. Por otro lado, es preciso recalcar
que tales sospechas de peligrosidad se basan
fundamentalmente en estudios experimentales
siendo en cambio mucho menos numerosos los
medicamentos que han desencadenado ataques
en el ser humano. Ocasionalmente, algunas
personas con porfiria necesitarán algún
medicamento, quizás para una enfermedad
grave, que comporte algún riesgo de
ataque agudo o algún medicamento novedoso
del que se disponga aún de poca información
sobre sus efectos en la porfiria. En esta
situación, su médico, después
de plantear y evaluar los riesgos y consultar,
en caso necesario, a un especialista en porfiria,
puede decidir prescribirle el fármaco
con un seguimiento especial.
Aunque los ataques agudos son muy poco frecuentes
antes de la pubertad, lo más seguro
para los niños es que también
eviten cualquier medicamento cuya acción
se sepa que no es segura para la porfiria.
La respuesta de las personas con porfiria
a los medicamentos que se han descrito como
desencadenantes de ataques agudos en otras
personas es impredecible, dado que no se produce
necesariamente una reacción en todos
los casos. Cuando se produce una reacción,
ésta siempre aparece en forma de ataque
agudo, el cual se desarrolla a los pocos días
de recibir el fármaco desencadenante. Algunas reacciones como mareos, sensación
de desmayo, alergias o erupciones cutáneas
de corta duración, que pueden aparecer
inmediatamente o muy poco tiempo después
de tomar un medicamento, son comunes después
de haber tomado medicamentos y rara vez tienen
alguna relación con la porfiria.
Alcohol
Aunque muchos médicos con experiencia
en la atención de personas con porfiria
aguda recomiendan encarecidamente evitar el
alcohol por completo, es posible que a algunas
personas les resulte difícil seguir
esta recomendación. La experiencia
ha demostrado que las personas que han sufrido
un ataque agudo reducen en gran medida el
riesgo de ataques posteriores si se abstienen
de tomar alcohol durante toda la vida. Se
aconseja que aquellas personas que hayan descubierto
mediante pruebas que han heredado el gen responsable
de una porfiria aguda, pero que no hayan experimentado
un ataque agudo, eviten tomar alcohol.
Dieta
Las dietas bajas en calorías, como
las de adelgazamiento, y los periodos prolongados
con poco alimento pueden provocar un ataque
agudo. Por lo tanto, es importante seguir
una dieta normal con comidas regulares, comiendo
lo suficiente para mantener un peso corporal
idóneo. En este sentido, un dietista
debe asesorar a las personas que hayan sufrido
un ataque agudo para conseguir los mejores
resultados según sus circunstancias
particulares. Como mínimo, deben realizarse
tres comidas regulares cada día; algunas
personas, especialmente las mujeres con problemas
premenstruales, encuentran más fácil
realizar pequeñas comidas cada tres
horas que tres comidas normales.
Los pacientes con porfiria grave, especialmente
los que presentan ataques de forma reiterada,
pueden precisar un asesoramiento dietético
especial de su médico y de un dietista.
Si usted presenta sobrepeso, se le detecta
una porfiria aguda y desea adelgazar, debe
consultar a su médico sobre el tipo
de dieta que puede seguir para perder peso
de forma gradual y segura.
Tarjeta de alerta médica
/ Complementos de aviso
|
Es importante llevar
siempre una pulsera, un collar y / o
una tarjeta que advierta que tiene porfiria.
Dicho aviso es especialmente útil
en casos urgentes, en los cuales es
posible que no tenga la oportunidad
de explicar que tiene porfiria.
Si desea una tarjeta de advertencia
de porfiria, póngase en contacto
con un
centro especializado en porfiria de
su país .
MedicAlert Foundation www.medicalert.co.uk puede ofrecerle detalles sobre los complementos
de aviso. Actualmente, MedicAlert Foundation
cuenta con miembros en más de
50 países.
|
10.PROBLEMAS
ESPECIALES
Anestesia y operaciones quirúrgicas
Debe notificar por adelantado a su médico
y a su anestesista de que tiene porfiria.
Será necesario utilizar una anestesia
especial que resulte segura para la porfiria.
El dentista
Debe comunicarle a su dentista que tiene
porfiria aguda. A menudo, los dentistas usan
agentes anestésicos locales; en alguna
ocasión se ha cuestionado la seguridad
de, por lo menos, uno de estos agentes.
Inmunizaciones
Es seguro administrar todas las vacunas
autorizadas para uso humano a las personas
con porfiria aguda.
11.
PROBLEMAS ESPECÍFICOS DE LAS MUJERES
Las mujeres tienen al menos el triple de
posibilidades que los hombres de experimentar
un ataque agudo, debido principalmente a las
hormonas femeninas, especialmente a la progesterona.
Esta hormona se halla en el anticonceptivo
oral combinado (la píldora) y también
en la terapia hormonal sustitutiva (THS),
una prescripción frecuente en mujeres
posmenopáusicas. Las mujeres con porfiria
aguda deberían evitar, en la medida
de lo posible, los anticonceptivos orales
y los preparados de THS con progesterona o
productos relacionados (progestógenos).
En todos los casos deben evitarse los preparados
hormonales inyectables o implantables a largo
plazo, dado que son muy peligrosos.
En circunstancias especiales con riesgo bajo
y beneficios elevados, su médico, después
de hablar con usted y, en caso necesario,
después de consultar a un especialista
en porfiria, puede justificar el uso de preparados
con progestógeno, especialmente a dosis
de sustitución administrados a través
de la piel en forma de parches (enlace
a anticonceptivos hormonales / THS).
Síntomas premenstruales
En algunas mujeres, los ataques están
claramente relacionados con la fase premenstrual
del ciclo menstrual y su médico debe
considerar una serie de opciones de tratamiento,
como usar hormonas especiales para suprimir
sus periodos durante 1-2 años. Si necesita
este tipo de tratamiento, deberá realizarse
bajo la supervisión estricta de un
médico y deberá controlarse
regularmente.
Embarazo
Aunque casi ningún embarazo presenta
complicaciones, existe un riesgo ligeramente
superior de sufrir un ataque agudo durante
o después del embarazo. No obstante,
las probabilidades y peligros de un ataque
agudo se reducen mucho si la porfiria se ha
diagnosticado anteriormente. Por lo tanto,
es muy importante que los médicos que
le atiendan durante el embarazo sepan que
tiene porfiria aguda.
12.
TRATAMIENTO DE ATAQUES AGUDOS
Importancia del reconocimiento precoz y el
diagnóstico exacto
El reconocimiento precoz de un ataque agudo
siempre permite empezar antes el tratamiento.
Las personas que han sufrido anteriormente
un ataque reconocerán con facilidad
los síntomas precoces, anunciadores
de un ataque agudo (enlace
a la sección “¿Cómo
es un ataque agudo?”). Cuando reconozca
estos síntomas, debe dejar todos los
agentes desencadenantes, como cualquier tipo
de medicación. Si toma inmediatamente
sustancias dulces, como refrescos o comprimidos
de glucosa, le ayudará a reducir la
gravedad de los síntomas. No obstante,
es posible que no se sienta en condiciones
de hacerlo.
El reconocimiento precoz es más difícil
en aquellas personas que han heredado porfiria
aguda pero que nunca han experimentado un
ataque agudo. Como consecuencia, a menudo
se atribuyen muchos dolores a la porfiria
aguda que finalmente acaban relacionándose
con otras causas. Cabe destacar que las personas
con porfiria normalmente experimentan molestias
abdominales, igual que otras personas que
no sufren el trastorno; por lo tanto, un médico
deberá considerar otros trastornos
patológicos que puedan causar dolor
abdominal. Estos trastornos incluyen una serie
de alteraciones intestinales, infección
urinaria y, a veces, otros cuadros clínicos
urgentes, como apendicitis. En esta situación,
se puede establecer o desestimar el diagnóstico
de porfiria aguda realizando una prueba de
orina para detectar porfobilinógeno
(PBG).
Tratamiento de un ataque agudo
En el momento en el que sospeche un ataque
agudo, póngase en contacto con su médico
para un ingreso urgente en el hospital si
el ataque agudo es grave. Esto permitirá:
|
El
diagnóstico bioquímico del
ataque agudo determinando el contenido
de PBG en orina. |
|
El
inicio inmediato del tratamiento específico
del ataque agudo: por ejemplo, con hemina
intravenosa. |
|
La
administración de otros fármacos
para tratar los distintos síntomas
que acompañan al ataque. Es posible
que estos tratamientos incluyan el uso
de medicamentos para aliviar el dolor
y las náuseas y para provocar sedación.
También es importante mantener
un consumo adecuado de calorías;
puede ser necesaria la alimentación
intravenosa o a través de una sonda
nasogástrica. |
La hemina humana ayuda a superar la deficiencia
relativa de hemo en el hígado y elimina
la reacción del organismo de incrementar
la producción de los compuestos químicos
(porfirinas y precursores) necesarios para
la producción de hemo. La hemina humana
es el tratamiento de primera elección.
Si no puede obtenerse de inmediato, mientras
tanto pueden administrarse grandes cantidades
de glucosa, dado que tiene un efecto parecido
pero inferior.